Plan integral para la formaci��n, el empleo y la vida independiente para las personas con Síndrome de Down y otras discapacidades ps��quicas.

Figuran como colaboradores las profesoras Nuria Ill��n y Mar��a ��ngeles Garc��a Cerd�� de la Universidad de Murcia

Estimulaci��n precoz en ni��os con síndrome de Down.

1) Confeccionar una 'escala de aptitudes' que partiendo de hechos y datos establecidos en Neurolog��a evolutiva y Psicolog��a sirvieran para un triple fin: ver a qu�� nivel est�� el ni��o, programar a partir de ese nivel la aptitud y ejercicios a realizar, y que la misma escala sirva de registro de control. 2) Aplicar un programa de estimulaci��n precoz a una muestra representativa de ni��os asturianos con síndrome de Down; valorar su eficacia, la dependencia con el momento de su iniciaci��n, con la colaboraci��n familiar, el nivel socio-cultural y econ��mico de los padres y la repercusi��n de la patolog��a asociada. 51 ni��os divididos en grupos por semestres dependiendo del momento de iniciaci��n de la estimulaci��n precoz. Seguimiento global de 838 d��as y un control de 13.224 aptitudes. Para la elaboraci��n del manual de perfiles de desarrollo de aptitudes: 1) an��lisis de investigaciones semejantes de estimulaci��n precoz en ni��os con síndrome de Down o en deficientes mentales; 2) an��lisis de los sistemas de control de la evoluci��n del ni��o deficiente. Para su aplicaci��n: 1) informatizaci��n del expediente, ficha de factores familiares y manual de control de cada ni��o; 2) elaboraci��n de una ficha m��dica que recogiese algunos factores familiares; 3) elaboraci��n de un m��todo de aprendizaje y programaci��n de actitudes a ense��ar a cada ni��o y modo de desarrollar tal ense��anza. 1) El manual de perfiles de desarrollo de aptitudes sirve tanto para indicar el nivel de maduraci��n del ni��o, como para orientar sobre las aptitudes que se le deben ense��ar. Se aplica a ni��os de 0 a 24 meses, abarca el desarrollo evolutivo global y comprende las 4 ��reas cl��sicas del mismo. 2) Su programa de informaci��n permite: conocer autom��tica e inmediatamente la evoluci��n de cada ni��o, comparar al ni��o con el grupo de pertenencia y contrastar su evoluci��n con la de ni��os normales y con la de ni��os con síndrome de Down que no han recibido estimulaci��n precoz y valorar su eficacia. 3) Los ni��os con síndrome de Down que han recibido estimulaci��n precoz desde el primer semestre de vida obtienen tempranamente aptitudes de las cuatro ��reas de desarrollo. 4) La diferencia entre grupos de edades cronol��gicas afines es m��s evidente a partir de los 12 meses. 5) La estimulaci��n precoz es tanto o m��s beneficiosa cuanto m��s tempranamente se empiece. 6) La motricidad se adquiere antes que las dem��s aptitudes y las del ��rea social se asimilan m��s tarde. 7) La colaboraci��n de los padres fue quiz��s uno de los factores que m��s influy�� en los resultados. 8) No se observa relaci��n directa entre su grado de colaboraci��n y el nivel socio-econ��mico. 9) La patolog��a asociada en el síndrome de Down es quiz��s un factor importante en el ��xito o fracaso del programa realizado.

Las danzas del folklore chileno aplicadas en los ni��os con Síndrome de Down.

Lograr que el ni��o con Síndrome de Down desarrolle la expresi��n musical por medio de danzas del folklore chileno a trav��s de la elaboraci��n de un material did��ctico que permita trabajar con este tipo de ni��os. Las hip��tesis de partida son: a) Si las danzas del folklore chileno son adaptadas para ni��os con Síndrome de Down, entonces podr��n ejecutarse pudiendo as�� obtener un nuevo lenguaje de expresi��n y, por otro lado, los profesores de m��sica podr��n abordar un nuevo campo de desarrollo en la especialidad; b) Las bases del trabajo en los ni��os con Síndrome de Down servir��n para abrir otros campos de desarrollo en la disciplina musical. 13 alumnos del Instituto de Desarrollo para ni��os con Síndrome de Down y otras deficiencias de Chile. Investigaci��n exploratoria y descriptiva que parte de la observaci��n de un grupo de sujetos a partir de la cual se establece un plan de trabajo acorde con sus conductas. Posteriormente se realiza un sondeo con el prop��sito de conocer la realidad de los educadores con respecto al aprendizaje, estudio y aplicaci��n de las danzas del folklore chileno en los ni��os con Síndrome de Down y de la importancia que tiene el aprendizaje de las danzas. Se selecciona un grupo de estudio que pueda seguir instrucciones en lo que respecta al desplazamiento en el tiempo y el espacio, para realizar una etapa de ense��anza-aprendizaje en la cu��l se van evaluando de manera formativa y cualitativa la capacidad de retenci��n de la coreograf��a, pasos, sincronizaci��n con las frases musicales y con la pareja de baile. Encuesta dirigida a educadores que pretende detectar la realidad de la ense��anza-aprendizaje en los ni��os con Síndrome de Down. Registro de observaci��n sobre las aptitudes de los ni��os en las clases de danza. a) Poca importancia de la actividad art��stica-musical en los ni��os con Síndrome de Down debido a la falta de preparaci��n de profesores de Educaci��n Musical; b) Desconocimiento por parte de los directores de escuelas especiales, profesores y administrativos de la educaci��n de la relevancia que tiene el quehacer musical en ni��os con este síndrome; c) Los conocimientos que entregan las diferentes universidades son destinados espec��ficamente a preparar a profesores de Educaci��n Musical para trabajar con alumnos normales y no de Educaci��n Especial; d) El ni��o con Síndrome de Down manifiesta capacidad para aprender una coreograf��a en cuanto al paso y desplazamiento que una danza de folklore chileno as�� lo exige; e) La ense��anza de las danzas pierde su continuidad debido a las caracter��sticas especificas de este grupo de sujetos.

Los trastornos generales del desarrollo : una aproximaci��n desde la pr��ctica : el Síndrome de Asperger : respuesta educativa : volumen 2.

El reconocimiento oficial del Síndrome de Asperger, en el a��o 1994, por la Asociaci��n Psiqui��trica Americana, en la cuarta edici��n del Manual Estad��stico de Diagn��stico de Trastornos Mentales (DSM-4), supuso un gran avance en los campos de la Salud y de la Educaci��n. Hasta entonces las personas con este síndrome eran diagnosticadas err��neamente como autistas de alto rendimiento, superdotados o simplemente como trastornos generalizados del desarrollo no especificado. Sin embargo, la persona que lo padece se caracteriza y se diagnostica diferencialmente por presentar principalmente problemas relacionales con los dem��s y, o por presentar comportamientos inadecuados en contextos determinados. Los padres suelen percibir esta diferencia, con respecto a otros ni��as/as de su misma edad, entre los 2 y los 7 a��os y, por consiguiente, hacen uso de unos recursos personales y, o materiales que no siempre responden a sus necesidades concretas. En Andaluc��a la mayor��a de los escolares con este síndrome se escolariza en las etapas obligatorias y postobligatorias en centros de educaci��n ordinarios con los apoyos materiales, personales y curriculares necesarios para que puedan desarrollar su proceso de ense��anza y aprendizaje en igualdad de condiciones y oportunidades que sus compa��eros. Para el profesorado en general son todav��a un tipo de alumnos y alumnas poco conocidos con los que dudan sobre la forma m��s adecuada en los que deben atenderlos, qu�� metodolog��a emplear y qu�� pautas concretas contribuir��n a mejorar la comunicaci��n y la inclusi��n en la comunidad educativa. Con este volumen se ofrece una visi��n general de sus caracter��sticas as�� como del procedimiento adecuado para la evaluaci��n psicopedag��gica y de la respuesta m��s id��nea a sus necesidades e intereses y el aprendizaje en el contexto escolar y familiar.

Manual de Atenci��n al Alumnado con Necesidades Espec��ficas de Apoyo Educativo derivadas de Síndrome Down.

Resumen basado en el de la publicaci��n

Funcionamiento cognitivo general y habilidades psicoling����sticas en ni��os con síndrome de Smith-Magenis.

Resumen tomado de la publicaci��n

Síndrome de quemarse por el trabajo y satisfacci��n laboral en profesionales de enfermer��a.

Resumen tomado de la publicaci��n

El síndrome de Burnout : un modelo multicausal de antecedentes y consecuentes en profesionales de enfermer��a.

1. Realizar un diagn��stico de los niveles de Burnout y sus repercusiones en una muestra de profesionales de enfermer��a. 2. Elaborar y contrastar un modelo causal multivariado sobre el síndrome de Burnout, que contenga e ilustre diferentes efectos (directos y mediados) entre ��ste y sus antecedentes y consecuentes relevantes y que d�� una adecuada explicaci��n de la relaci��n causal entre las diferentes dimensiones del síndrome seg��n el MBI.. 196 profesionales de enfermer��a pertenecientes a diferentes hospitales de la provincia de Tenerife.. Variables demogr��ficas: sexo, edad, estado civil, ausencia vs presencia de hijos y tipo de contrato de los sujetos (fijo vs eventual).Variables organizacionales y de personalidad: a. Variables antecedentes del síndrome de Burnout: autoconfianza, apoyo social en el trabajo, ambig��edad de rol, conflicto de rol, estrategias de afrontamiento centrado en la tarea, estrategias de afrontamiento de evitaci��n. B.Variables componentes del síndrome de Burnout: agotamiento emocional, falta de realizaci��n personal en el trabajo, despersonalizaci��n. C.Variables consecuentes del síndrome de Burnout: insatisfacci��n laboral, falta de salud, propensi��n al abandono de la organizaci��n. Las escalas para medir las variables utilizadas en el trabajo fueron integradas, junto a escalas que med��an otro tipo de variables relacionadas con el estr��s laboral, en un cuestionario bajo el t��tulo de 'Cuestionario para estudiar la calidad de vida en profesionales de enfermer��a'. 1. Aunque el ��ndice de respuesta para el estudio fue bajo es comparable al de otros estudios sobre estr��s laboral en profesionales de enfermer��a. 2. Los valores de fiabilidad obtenidos para el conjunto de las escalas fueron buenos en general. 3. Para el total de la muestra los sentimientos de agotamiento emocional y las actitudes de despersonalizaci��n fueron poco frecuentes. Por el contrario, los sujetos experimentaban m��s frecuentemente sentimientos de realizaci��n personal en el trabajo. 4. En funci��n de la edad no se obtuvieron diferencias significativas en ninguna dimensi��n del MBI. 5. En funci��n del estado civil no existieron diferencias significativas en funci��n de la presencia o ausencia de hijos. 7. El tipo de contrato que ten��an los sujetos no marc�� diferencias significativas. 8. Los sentimientos de agotamiento emocional es la dimensi��n del MBI que explica mayor proporci��n de varianza en el síndrome de Burnout. 9. El síndrome de Burnout debe ser entendido como una respuesta que se elabora ante las situaciones laborales de estr��s cr��nico. Esta respuesta tiene tres componentes: cognitivo-aptitudinal, emocional y actitudinal. Secuencialmente el desarrollo de actitudes negativas es posterior al desarrollo de bajos sentimientos aptitudinales sobre la confianza para desempe��ar el rol y al desarrollo de emociones negativas como respuesta al estr��s laboral. Este tipo de respuesta al estr��s es caracter��stico de las profesiones cuyo objeto de trabajo son personas y su rol se desempe��a en contacto directo con personas..

Jugando y aprendiendo juntos. La educaci��n psicomotr��z como modelo de intervenci��n did��ctica para favorecer el desarrollo de los ni��os y ni��as con síndrome de Down.

1.Conocer cu��les son las caracter��sticas y el curso del desarrollo de seis ni��as y ni��os con síndrome de Down en situaci��n de interacci��n entre ellos y con el adulto. 2. Analizar las posibilidades de la Educaci��n Psicomotr��z como un medio para facilitar el desarrollo socio-afectivo, cognitivo y motr��z en los ni��os con síndrome de Down. 3. Comprobar si la psicomotricidad es v��lida como medio para desarrollar las habilidades comunicativas en los ni��os y ni��as con dicho síndrome. 4. Ofrecer pautas educativas y metodol��gicas que faciliten la integraci��n social y escolar de estos ni��os y ni��as. 5. Informar e implicar a los padres en el proceso educativo de sus hijos. . Participaron 4 ni��as y 2 ni��os de edades comprendidas entre los 3 y 5 a��os. Todos ellos se encuentran en Centros de integraci��n. . La presente investigaci��n, de corte etnogr��fico, ha requerido un dise��o flexible que se ha ido adaptando a lo largo de 3 a��os de trabajo, conform��ndose en 3 fases: Fase 1. Comprende la selecci��n de la muestra y la evaluaci��n inicial. Fase 2. Metodolog��a a llevar a cabo en la sala, estudiando no s��lo la repercusi��n de la misma en el desarrollo motor y social de los ni��os sino tambi��n en el desarrollo de las habilidades comunicativas y cognitivas. Se realizaron observaciones en la sala y se aplicaron pruebas estandarizadas. Se elabor�� un proyecto de Trabajo para cada familia en concreto. Se realizaron entrevistas con los maestros y se llevaron a cabo montajes audiovisuales que recogieron la evoluci��n del grupo. Fase 3. Se inicia una nueva conformaci��n del grupo de trabajo, incorporando a m��s ni��os en el grupo (ni��os 'normales': amigos, familiares y compa��eros del colegio, o de otros centros, que presentaban leves dificultades de aprendizaje). Esta fase permiti�� observar las implicaciones que para el desarrollo y la interacci��n de los ni��os ten��a el partir de un contexto integrador. De nuevo se evalu�� el desarrollo de los ni��os mediante observaciones y pruebas. . Diario de campo, grabaciones en v��deo, inventario de desarrollo de Batell (B.D.I.) elaborado por la Asociaci��n Catalana para el síndrome de Down. . Con esta tesis se ha podido comprobar que efectivamente la educaci��n psicomotr��z es un medio adecuado de investigaci��n e intervenci��n para favorecer el desarrollo de estos ni��os. Uno de los grandes pilares en los que se ha apoyado esta investigaci��n ha sido la mediaci��n de los padres; en este sentido, es importante que los padres conozcan c��mo es el proceso educativo y evolutivo que lleva su hijo para poderle ayudar a madurar. Para favorecer el desarrollo de los ni��os y ni��as con síndrome de Down es necesario escuchar las demandas individuales y favorecer el reconocimiento como personas 'con competencia para' y no como 'incapaz de..'.

Aplicaci��n de un programa de entrenamiento en habilidades sociales para alumnos con síndrome de Down.

Este programa de atenci��n a la diversidad se llev�� a cabo en la Fundaci��n Síndrome de Down de Cantabria por un grupo de profesores del centro, los objetivos que plantearon para su desarrollo fueron: 1. Utilizar los h��bitos de cortes��a b��sica, saludos y despedidas en sus interacciones cotidianas. 2. Participar en conversaciones de manera adecuada. 3. Decidir de forma democr��tica en grupo. 4. Aceptar las cr��ticas y utilizarlas como instrumento de mejora personal. 5. Percibir y comprender diferentes puntos de vista. 6. Utilizar unlenguaje corporal adecuado en sus relaciones sociales especialmente la postura, la mirada y la sonrisa. 7. Hacer uso del tel��fono p��blico, realizar compras sencillas y solicitar en la calle la informaci��n que necesite. 8. Desplazarse por la ciudad a pie y en autob��s. 9. Participar de manera adecuada en actos sociales y recreativos.Todos estos objetivos se trabajaron a trav��s de Modificaci��n de Conducta (An��lisis Conductual Aplicado) y de la Teor��a del Aprendizaje Social para ello sus sesiones se dividian en: 1. Instrucci��n verbal: informaci��n sobre la habilidad, su relevancia y su utilidad pr��ctica. 2. Modelado: realizaci��n de la conducta por parte de un modelo. 3. Pr��ctica: realizaci��n de la conducta por el alumno. 4. Retroalimentaci��n. Discusi��n: revisi��n y reflexi��n sobre la conducta realizada. 5. Generalizaci��n: tareas para casa. Aplicaci��n pr��ctica real de la conducta. La memoria del proyecto contiene una serie de fichas donde se recoge la evaluaci��n de los alumnos participantes en las diversas actividades. Los materiales utilizados fueron: material fungible, material audiovisual.

Programa de apoyo educativo complementario para alumnos con síndrome de Down.

Proyecto enmarcado en el ��mbito de atenci��n a la diversidad, dirigido a prevenir dificultades educativas, directamente en alumnos con Síndrome de Down, aquellos cuyas necesidades educativas especiales se deriven de su discapacidad intelectual permanente y hacia medidas educativas anticipatorias o de afrontamiento de problemas, en la mejora de su capacidad de aprender y pensar. Los objetivos a destacar en este proyecto son: Realizar un apoyo sistem��tico individual fuera del horario escolar; mejorar su nivel lector, el uso del diccionario, el nivel escritor; realizar problemas sencillos y de c��lculo sencillos. La metodolog��a se ha llevado a cabo a trav��s de programaciones individualizadas, evaluaciones repetidas, observaci��n continua, cuantificaci��n de los resultados, trabajo pr��ctico y generalizaci��n de los aprendizajes. El grado de consecuci��n de los objetivos, se puede valorar como satisfactorio, teniendo en cuenta la enorme diversidad de los alumnos y alumnas apoyados y sus diferentes niveles de edad y de capacidad.

Desarrollo de habilidades perceptivo-manipulativas en ni��os, adolescentes y j��venes con Síndrome de Down.

El Proyecto de desarrollo de habilidades perceptivo-manipulativas en ni��os, adolescentes y j��venes con Síndrome de Down se ha llevado a cabo en la Fundaci��n Síndrome de Down, en las escuelas y en los hogares de las pesonas con Síndrome de Down. El equipo de trabajo encargado de la direcci��n y aplicaci��n de los programas lo forman siete personas, con la siguiente formaci��n: Pedagog��a Terap��utica, Psicolog��a Especialista en Educaci��n Especial, Magisterio y Especialista en Atenci��n Temprana, Educaci��n de Disminuidos Ps��quicos, pintora y Licenciada en Pedagog��a. Los objetivos propuestos son: 1. facilitar la integraci��n a la escuela mediante la ense��anza de destrezas perceptivas y manipulativas requisito previo de la etapa preescolar. 2. Desarrollar aquellas conductas ��culo-motrices b��sicas para lograr la m��xima autonom��a personal en h��bitos relacionados con sus propias necesidades como vestirse, desvestirse y comer. Los programas est��n organizados por niveles (A, B y C) seg��n el grupo de alumnos a quienes est��n dirigidos. Se basan en la adquisici��n de aquellas destrezas en donde muestran mayores necesidades y dificultades. A los ni��os del grupo A, se les aplica un progrma individual y de car��cter longitudinal que permite observar la evoluci��n de cada ni��o en la adquisici��n de las habilidades, modificando los programas seg��n las necesidades. Los alumnos de Educaci��n Primaria, que conforman el grupo B, reciben un programa de aplicaci��n grupal durante un trimestre al a��o, aunque el dise��o de objetivos y actividades se hace de forma individual. El grupo C, formado por adolescentes y j��venes, recibe un programa de aplicaci��n grupal, durante todo el curso, adaptando para cada alumno el contenido del programa. Se llevan registros tanto del proceso de la acci��n como de su resultado. Los materiales dependen del grupo de aplicaci��n, pero se cunetan entre ellos, los siguientes: tijeras de distintos tama��os y formas, grapadora, pegamentos, pinturas, paneles, tuercas y tornillos, puzzles, mosaicos, punzones, pivotes, organicubos, m��quinas de escribir, cart��n, cartulinas de colores, etc. Esta obra no est�� publicada.

Estructura Cognoscitiva : desarrollo del lenguaje en ni��os con Síndrome de Down.

Realizar un estudio epidemiol��gico de la poblaci��n con Síndrome de Down existente en Cantabria. Contribuir al an��lisis de escalas habitualmente utilizadas en la evaluaci��n del lenguaje de ni��os con S.D. en edad escolar. Analizar su C.I. y su conducta motriz como predictores de la capacidad ling����stica. Valorar la influencia de una serie de variables en el rendimiento ling����stico. Se constituy�� con 108 ni��os afectados de S.D., que suponen la totalidad de los escolarizados en Cantabria, con un rango de edades entre 5 y 21 a��os. Se comenz�� entrenando a tres psic��logas para garantizar el rigor en el desarrollo del proceso. Los criterios de aplicaci��n de las pruebas psicom��tricas y de las filmaciones de los ni��os fueron los establecidos en los manuales. La impulsividad de las respuestas se trat�� de frenar con consignas verbales y las complejidad del vocabulario, de algunas pruebas, con aclaraciones complementarias. Las escalas se pasaron en tres momentos distintos: 1��Escala de Inteligencia, 2��Escala de Habilidades Ling����sticas y 3��Prueba de Motricidad. ITPA, Terman-Merrill (forma L-M), McCartghy (Escala de Motricidad) y Peabody. Se ha experimentado un cambio cualitativo en la percepci��n de los ni��os con S.D.; un avance en el n��mero de intervenciones eficaces; se ha reafirmado la influencia familiar, como determinante para el desarrollo cognitivo de estos ni��os; los alumnos atendidos en centros espec��ficos de educaci��n especial tienen menor capacidad intelectual, que los que est��n en centros de integraci��n. La capacidad ling����stica de la muestra, es sensiblemente inferior a la capacidad intelectual, sus mayores dificultades se plantean en: la memoria secuencial auditiva, analog��as opuestas, integraci��n gramatical y otros componentes ling����sticos.

Consideracions sobre l'ensenyament inicial de la lectura a nenes i nenes amb síndrome de Down. 'Consideraciones sobre la ense��anza inicial de la lectura a ni��os y ni��as con síndrome de Down'.

Resumen de la revista en catal��n

El professorat cremat : La síndrome de burnout en els docents d'infantil i prim��ria.'El profesorado quemado : El síndrome de burnout en los docentes de infantil y primaria'.

Resumen basado en el de la publicaci��n en catal��n